Preocupación por la decisión de Ginés de descartar los tests rápidos y cederle el monopolio a Roemmers
Enojo en las provincias por la demora en la entrega de los kits de reactivos para las pruebas descentralizadas.
Los gobernadores están molestos con Roemmers porque pidió 10 días para la distribución de los kits de testeo del coronavirus que compró Nación y demora la estrategia de detección de portadores del virus, lo que se suma a la incomprensible decisión del ministro de no incorporar la compra de tests rápidos cuando el mundo está virando a la estrategia de testeos masivos, según publicó el portal La Política Online.
En una compra directa, Ginés González García le encargó la totalidad de los kits al laboratorio Roemmers, lo que también generó malestar entre los importadores de otro tipo de tests para la detección del virus porque no pudieron participar de una licitación abierta. Es que la insistencia del gobierno con las pruebas tipo PCR de por sí ralentiza la configuración de un mapa de incidencia de casos y hoy los epidemiólogos trabajan a tientas.
Si en Tucumán, por ejemplo, tuvieran un caso sospechoso, el procedimiento de recolección de la muestra puede requerir el traslado del paciente y, luego, la muestra debe ser enviada al Malbrán, donde también se da una demora de uno a dos días para obtener el resultado con el test del tipo "real time-PCR", el único autorizado hasta la fecha por la Anmat. (Curiosamente los de Roemmers no figuran en el listado de los 11 reactivos autorizados hasta el 21 de este mes.)
Por ende, los casos de las provincias se confirman con mayor demora que los de la Capital, que hoy lidera las estadísticas. Volviendo al caso de Tucumán, esa provincia, que figura en las estadísticas con apenas cuatro casos, tiene hace días más de 80 muestras esperando en el Malbrán. Medir rápido y de manera extensa es según la OMS una de las estrategias claves para contener la pandemia porque se pueden tomar medidas de aislamiento y atención sobre la gente infectada.
No sorprende entonces que tan pronto se fueran autorizando nuevos laboratorios, se observaran saltos en la cantidad de positivos en esos distritos. El caso de Santa Fe es claro: en el mismo día que se habilitó un laboratorio en Rosario, se pasó de 4 a 13 confirmados en la provincia.
Los tests que prioriza Ginés son de gran precisión porque no dan falsos positivos ni falsos negativos y permiten la confirmación de si el paciente es portador actual del virus, pero tienen la contra de ser lentos. Demoran cerca de 10 horas de procesamiento. Si se le suman los días de logística que demora la detección de casos en las provincias, los gobernadores entienden que la estrategia de Ginés los obliga sí o sí "a correrla de atrás".
Como reconoció la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, los casos que se informan cada día en el reporte del Ministerio de Salud son de contagios que se produjeron diez días atrás, o incluso más.
Las estrategias que mejor funcionaron hasta ahora en el mundo para prevenir las muertes por la pandemia son las de Corea del Sur y de Alemania, donde se optó por el testeo masivo con tests más rápidos y el barrido de zonas de con sospechas de contagios para aislar cuanto antes a los más vulnerables y a los ya contagiados cuanto antes.
Hay varios tipos de tests rápidos: hay una versión de los PRC que se realizan en 45 minutos (con mayor grado de error que los lentos), los hay de antígenos y también los serológicos. Estos últimos, por ejemplo, informan si el paciente tiene anticuerpos contra el virus con una muestra de sangre y otorga resultados en 15 minutos.
El problema con este tipo de test es que una persona que ya se haya curado y ya no tenga el virus va a dar positivo, lo cual sería el menor de los errores dado que la pandemia llegó hace poco al país. Pero también generan falsos negativos, es decir dicen que alguien no tiene anticuerpos, lo cual no quiere decir que no tiene el virus. Perfectamente podría ser portador y estar contagiando, pero hace tan poco tiempo se contagió que todavía no generó los anticuerpos en la cantidad necesaria para que el test dé positivo. En este caso, se acepta que la "sensibilidad" para detectar a los positivos sea del 80%, lo que permite tener una foto rápida y precisa del estado de la pandemia. En España se acaba de destapar un escándalo porque los más de 600 mil kits que compraron a China -como parte de un pedido de 5,5 millones- tienen una sensibilidad de apenas el 30% lo que los vuelve inutilizables. Pero parece ser más un problema con ese proveedor particular que con la tecnología, que si ha funcionado en Alemania y Corea.
"Peor es correrla de atrás. En las villas si tenés un contagio y te enterás dentro de diez días, ya no hay nada que puedas hacer porque las personas están una al lado de la otra. Si va un médico y toma muestras al azar en forma masiva, podés saber en cuestión de horas si tenés un foco de contagio o no", dijo a LPO un experto.
Como son portables y se pueden acercar los tests a los domicilios, también permitiría la detección de casos de contagios intra-hogar. En lugares donde las familias pasan la cuarentena en condiciones de hacinamiento, el contagio suele ser de todo el grupo familiar. Esto evitaría el traslado de los portadores hacia los centros médicos donde se hacen los hisopados para el test PCR con el que insiste Ginés.
Por su portabilidad y rapidez, los curas villeros los están pidiendo para que se apliquen cuanto antes a los barrios más carenciados donde el hacinamiento se agrava durante la cuarentena: "Estos tests rápidos nos dan una oportunidad de aliviar la situación de hacinamiento en las villas y barrios carenciados, creando zonas seguras libres de contagios (zonas verdes), si utilizamos estas pruebas para barrer zonas específicas, casa por casa, identificando a los contagiados y procediendo a su aislamiento, en poco tiempo una villa podría estar libre de contagios y permitir a la población circular en la zona verde, manteniendo la misma aislada completamente", explican los curas en una carta a la que accedió LPO.
Este tipo de test incluso serviría para descartar las presentaciones atípicas del virus que pueden confundirse con cuadros de gastroenteritis o rinovirus de forma rápida. Actualmente a menos que una persona presente simultáneamente fiebre alta, tos y/o dolor de garganta y además haya estado en contacto con un contagiado o sospechoso de estar contagiado, no es, a priori, elegible para ser testeado. Con este criterio, los casos asintomáticos -que también pueden ser contagiosos aunque la evidencia muestre que el grueso del contagio se da con síntomas- jamás van a ser testeados por la salud pública.
Es por eso que en los países en los que menor mortalidad generó la pandemia, fue clave el testeo masivo: Alemania llevan testeados más de 160.000 casos y el Corea, más de 270.000 casos.
Cabe aclarar también que en Alemania se concentraron los primeros testeos en la región de Bavaria para ralentizar allí y no se "derrocharon" kits con testeos en cualquier parte del país en un primer momento en el que casi todos hubiesen dado negativos, sino que se mapearon las áreas con mayor prevalencia para aislar a tiempo a los más vulnerables. Y en Corea, a su vez, los testeos en cantidad fueron conjugados con una política de vigilancia digital que permitió incluso identificar a las personas que viajaron en transporte público con casos positivos gracias al trackeo de celulares, algo impensable en la Argentina.